Síguenos:

Don Quixote de Sanabria

La fecha y el lugar de nacimiento de Cervantes, la verdad es que son un enigma, junto a otros, como la verdadera geografía de sus obras o el colegio donde estudió, si era converso o cristiano viejo, así como su manera de ser y de hablar. A la tarea de resolver estos enigmas y muchos errores históricos se puso el investigador César Brandariz, quien ya le ha dedicado tres libros: Reconstruyendo a Cervantes (Nostrum, 1999), Cervantes Decodificado (Martínez Roca, 2005), y ahora El hombre que hablaba difícil.(Ézaro, 2011), ensayo en el que además incluye un documento inédito y en parte autógrafo: la "Égloga de Virgine Deipara", que vincula a Cervantes con el colegio que los jesuitas regentaban en Monterrey (Orense).

Nació en 1549 y no en 1547

Aunque Cervantes nunca fue claro al hablar de su pueblo natal, a lo sumo sugirió falsamente que procedía de Madrid, sí lo fue en cuanto a su edad. Así, en el prólogo de las Novelas ejemplares, escrito después del 14 de julio de 1613, afirma que tiene 64 años. Ya lo había asegurado mucho antes, tres veces en 1580, la primera ante un notario y sus redentores fray Juan Gil y fray Antonio de la Bella cuando fue rescatado de Argel; la segunda en Madrid, al declarar en favor de su compañero Rodrigo ante el escribano Rodrigo de Vera. La tercera en una declaración para evitar condena. Las tres veces asegura tener 31 años. Otros testimonios ajenos así lo confirman.

Estudión en el Colegio en Monterrey

Una aportación de Brandariz, en su tercer libro, es un documento inédito, la "Egloga de Virgine Paradei", que apunta a que Cervantes no estudió en los colegios de los jesuitas en Sevilla o en Córdoba, sino en el más nuevo Estudio o Colegio de Monterrey, junto a Verín, en Orense, al que volvería mucho después. Se trata de una composición teatral para uso escolar que se representó el 8 de diciembre de 1581. Brandariz identifica la caligrafía de Cervantes en siete páginas, una tercera parte del texto, aunque no concluye si en calidad de copista o redactor.

En Lisboa había estado a mediados de agosto, donde informó de la misión que se le había encomendado en Orán; hasta diciembre pasó por tierras sanabresas (para el investigador su entorno natal) y el 8 estaba, como el joven conde de Monterrey (que había luchado en la campaña de Portugal) en esta representación. El posible alter ego de Cervantes se llama "Sanabrio". Los nombres de los otros personajes responden a la procedencia del alumnado: "Castellanus", "Lusitanus", "Viano (de Viana)",  "Ormino (del Miño)" o "Sileno (del Sil)".

Esta composición transparenta una gran familiaridad con las costumbres, usos y habla de Sanabria, cuyo castellano está marcado por el gallego y el portugués, así como por las variantes lingüísticas leonesas y asturianas, como así ocurre en toda la obra cervantina.

Cervantes, el "lugar"

De las Montañas de León en Sanabria proceden, según Brandariz, otros alter ego del autor, por ejemplo, el Damon de la Galatea y el Cautivo del Quijote. Las vinculaciones del novelista con estas tierras ya fueron destacadas por diversos autores: Menéndez Pidal, Dámaso Alonso, Astrana Marín o Rodríguez Marín han señalado las influencias galaico-portuguesas en la obra cervantina. Sin embargo, es el propio Cervantes quien da más pistas geográficas.

Fuente: ABC