La comarca de Sanabria cuenta con importantes zonas boscosas, de diversas especies y con múltiples
aprovechamientos. De entre todas las masas forestales de la comarca destaca el Tejedelo (o Teixedelo),
situado en el termino municipal de Requejo de Sanabria.
En la ladera y entre valles se encuentra este singular bosque. Una de las manchas de tejo más importantes
y mejor conservadas de toda la Península Ibérica.
Este rincón natural es un santuario de biodiversidad y un refugio para especies vegetales y animales. Los majestuosos tejos, algunos con más de mil años de antigüedad,
crean un paisaje místico, ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Los tejos son árboles coníferos propios de zonas montañosas, en ambientes frescos y húmedos, y terrenos calizos.
Pueden alcanzar una altura de hasta 20 metros. Aunque con frecuencia se desarrolla de manera desigual, su
copa es piramidal con abundantes ramas. El tronco es muy grueso, de incluso varios metros de diámetro y
con una corteza delgada de tiras color pardo rojizo o grisáceo. Tiene hojas perennes de 10 a 30 mm
dispuestas en dos hileras opuestas, de color verde oscuro.
Son árboles muy longevos, pudiendo superar los 1.500 años de vida.
En concreto, el Tejedelo, es un bosque de tejos milenarios de gran tamaño y una ruta de senderismo
con un encanto especial.
Hay mas de cien tejos con más de mil años de de edad, los más grandes tiene un perímetro de 8 metros y alcanzan 13
metros de altura. Siempre verdes, dando cada otoño su cosecha de arilos rojos (las llamadas "treixas", "dulces como
cerezas").
¡Enormes, milenarios, inmutables, protegidos por madera muy dura y hojas venenosas!.
El tejo necesita al bosque húmedo y también ayuda a crearlo. Bajo sus ramas, siempre pobladas, hay 2 o 3 grados de
temperatura menos en verano y 2 o 3 grados más en invierno y un 15% de humedad ambiental. Mitiga el calor del verano
y los hielos del invierno, y son refugio de corzos y jabalíes, y en los agujeros de sus ramas nacen las martas y los
gatos monteses. Cuando no hay hojas están las suyas y el azúcar de sus "treixas" que permiten a los pajarillos
aguantar el duro invierno. En su sombran inmensa florecen las plantas de montaña más singulares y es patria de musgos
y líquenes.
El "teixo" tiene la madera muy dura, antiguamente se usaba para los ejes de los carros de las vacas, también
para cocinar y calentarse.
De fácil acceso, y muy bien señalizado desde el pueblo de Requejo de Sanabria. Se puede llegar en coche hasta un
"parking" y merendero, y a partir de ahí continuará la ruta a pié durante unos 5,2 Km (ida y vuelta).
Al llegar a un mirador ("Peña del Valadero") se divisa el panorama maravilloso del Tejedelo, un bosque mixto
dominado por robles y acebos donde destacan las copas oscuras de los tejos.
Mas allá del mirador, cerca del arroyo Teixedelo, crecen los primeros tejos y demás árboles del bosque: robles,
abedules, serbales, acebos, avellanos, sauces y sanguiños.
Algunos otros rincones de Sanabria, comparten con Requejo el privilegio de este patrimonio forestal. Y algún otro
pueblo de España participa también en la conservación de los últimos tejos gigantes de la Península.
[ Ver Ruta de Senderismo del Tejedelo ]
Como apunte decir que éstos no son los únicos árboles grandes y centenarios en la comarca:
• También, muy cerca del Tejedelo existen castaños, aproximadamente, igual de antiguos que los tejos.
• En Robleda de Sanabria y San Román de Sanabria, hay un par de castaños, de 2 y 4 m de diámetro, respectivamente.
• El Monte Fenal de Muelas de los Caballeros conserva varios ejemplares de árboles
centenarios.
• En San Justo de Sanabria, en el Santuario de La Alcobilla hay ejemplares de castaños datados de hace más
de 1.500 años.