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Consejos prácticos

Para disfrutar de éste asombroso mundo sin sobresaltos y respetando al máximo el entorno, es necesario llevar a cabo una serie de buenas prácticas:

Para practicar el micoturismo es necesario ir provisto de ropa y calzado adecuados. Con el fin de no perderse, se recomienda llevar una brújula y un mapa. Recolectar en zonas próximas a caminos es más seguro. ¡Un teléfono móvil te ayudara en caso de emergencia! La utilización de una cesta para la recogida es imprescindible (porque así las esporas de los hongos irán diseminandose por el bosque, queda descartada, está prohibida, la bolsa de plástico), así como una navaja con cepillo para la extracción y una cámara de fotos, ¡Hay ejemplares de gran belleza!.

En el caso de ser aficionados lo más sensato y recomendable es ir acompañado de un guía micológico o gente conocedora ya que, además de indicarte qué setas son comestibles, te llevarán a los bosques más productivos y te enseñarán buenas prácticas recolectoras. En todo caso será necesaria una guía micológica de campo. Pero ¡ojo! son sólo una ayuda más; sepa que puede haber setas muy similares que no encontrará en la guía. Desconfíe de la primera impresión que le cause una seta que ha encontrado en un libro, en especial si es un dibujo, ya que muchas veces puede darse el caso de que la especie que nosotros hemos encontrado no aparece en él.

Un buen recolector se caracteriza por recorrer el monte sin que se haya notado su presencia es decir, por su respeto al medio. Está prohibido remover la capa superficial del suelo (DECRETO 130/1999, de 17 de junio, por el que se regulan los aprovechamientos micológicos, en los montes ubicados en la Comunidad de Castilla y León. BOCYL Nº 119, de 23/06/1999) ya que puede perjudicar los cuerpos vegetativos o micelios más superficiales y por lo tanto las futuras fructificaciones. Se debe respetar las setas desconocidas ya que cumplen una función biológica importantísima y embellecen el bosque. Se debe cortar la seta y no arrancarla para evitar dañar el micelio, a no ser que el objetivo sea su estudio. Es buena práctica recolectar aquellas setas en estadíos intermedios de desarrollo debido a que las setas en los primeros estadíos no han cumplido la función biológica a las que están destinadas: la reproducción y además es más difícil su identificación. Las setas en avanzado desarrollo son más insípidas y coriáceas y también tienen más probabilidades de estar agusanadas.

No es conveniente la recolección de setas en tiempo muy húmedo. Si están encharcadas, algunas de sus características macroscópicas pueden variar dificultándose la identificación y además, pierden una buena parte de sus caracteres organolépticos (sabor, olor, textura, etc). Tampoco conviene ni recolectarlas si ha helado ya que, salvo excepciones, sus características se verán alteradas haciéndolas no aptas para el consumo; ni recogerlas en las proximidades sitios posiblemente contaminados (industrias, carreteras, etc). Las setas incorporan con facilidad algunos metales pesados y sustancias cancerígenas presentes en estas áreas y si se consumen, pasan al organismo humano perjudicando su salud.



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