Cernadilla es uno de los municipios Carballeses que embelesa al visitante. La urbe descansa sobre las milenarias terrazas fluviales que el arroyo, y el río cercano, han formado a su paso. El regato, como eje neurálgico de riqueza, divide la localidad en dos y baña con sus aguas las numerosas huertas que forman su ribera.
Es una localidad que ha conservado, en su inmensa mayoría, la arquitectura típica. Sus edificaciones de piedra "ollo de sapo" se levantan orgullosas
resguardadas bajo tejados de pizarra en unos casos y de teja en otros. Muchas mantienen junto a ellas acogedores corrales abiertos a las calles por
grandes portalones de madera. Es curioso observar que algunas construcciones lucen como vestigios de "modas pasadas" bellos encalados que decoran con
elegancia la sobriedad de la piedra sin ocultarla del todo.
Si nos acercamos a la ribera, obtendremos una magnífica panorámica; su iglesia reposa altanera en lo alto de un promontorio de pizarra y a sus pies el
arroyo cruzado por un sencillo puente de piedra. Todo en su conjunto, logra formar una bella estampa.
El municipio mantiene dos lugares dedicados al culto religioso: la Iglesia Parroquial y la Ermita del Cristo. La Iglesia data de los siglos XVII y XVIII.
De sencillas y austeras formas tan solo destaca en ella la simplicidad y belleza con que está ataviada la torre.
Con un poco de tiempo, después de deambular por el pueblo podremos dar, tanto caminando como en bici, un agradable paseo hacia el río Tera que está próximo a Cernadilla.
En sus orillas existe una vieja cantera de donde se extraía artesanalmente pizarra.
Se trata de un pueblo con gran cantidad de costumbres y tradiciones que por desgracia han ido desapareciendo poco a poco debido a la despoblación. Aún se mantiene la
festividad en honor a su patrona, Nuestra Señora de las Candelas el dos de febrero. Éste día honran a su Señora con una misa seguida de la procesión. Los actos más
festivos han sido trasladados al primer fin de semana de agosto con el fin de que la participación sea mayor. Otro de los actos que todavía perduran son las
procesiones de Semana Santa con su viacrucis.
* Texto y Fotografías de: Sergio Cifuentes.