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Ntra. Sra. de La Carballeda

Ntra. Sra. de La Carballeda
En torno al tercer fin de semana de Septiembre, en Rionegro del Puente, multitud de actos y actividades rinden honores a la Patrona de todos los Carballeses, Ntra. Sra. de la Carballeda.

El domingo de ese fin de semana, se desarrolla, por las calles de la Villa, la Romería de "La Carballeda". Hay gran cantidad de puestos que se montan por las calles en torno al santuario de la Virgen. Lo más típico son los puestos donde se come pulpo cocinado en potas de bronce. También se comen almendras garrapiñadas, avellanas, frutos secos y escabeche.

Hay misas todo el día, pero la Misa Mayor es a las 12:00. Después hay una procesión de La Virgen alrededor del santuario. La tradición hace que todo el mundo quiera tocar el manto de La Virgen entre gaitas, tamborileros y cohetes.

Por las noches hay verbenas y bailes. Y el lunes "se entierra el pulpo" como símbolo de que la fiesta se acaba.

La devoción a Ntra. Sra. de la Carballeda nació hacia la Edad Media con la construcción de un pequeño templo prerrománico que posteriormente sufrió varias modificaciones hasta llegar a ser el magnífico Santuario que es hoy en día, una mezcla de muchos estilos arquitectónicos.

La talla de la Virgen data del siglo XIII y es propiedad de la Cofradía de los Falifos, una de las más antiguas de España y una de las más relevantes en el Camino de Santiago. Al ser la Cofradía una institución eminentemente social entre sus funciones estaban: dar ayuda y cobijo a peregrinos del Camino de Santiago, necesitados, niños y ancianos, organizaba y distribuía rentas, proporcionaba la dote para el matrimonio a doncellas pobres, dirigía asilos y hospitales, mejoraba caminos, calzadas y puentes, cuidaba y educaba niños expósitos que el sacristán recogía de las dos cunas de piedra que aún hoy se conservan a ambos lados del atrio del Santuario. Para el desarrollo de estas funciones, durante siglos, fueron importantes: los falifos, las donaciones, rentas y otros bienes. Los "falifos" hacen referencia a las prendas de mayor valor de las que disponían los cofrades y que sus familias entregarían a la cofradía tras su fallecimiento para una posterior subasta. Posteriormente, esto, fue sustituido por su valor aproximado en monedas. La entrega del "falifo", que actualmente puede ser entregado también en vida, ha sido y sigue siendo la única obligación del cofrade a cambio de privilegios espirituales consignados en los estatutos.

El día grande de la fiesta, en el pórtico del santuario, los cofrades falifos, venden novenas, recuerdos y demás artículos relacionados con la Virgen.