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Sonidos Reales

Sonidos Reales

A mediados de septiembre y alargándose casi hasta el mes de noviembre los montes Sanabreses y Carballeses se llenan de un sonido muy particular. El bramido de los reyes del bosque llega a cada rincón haciéndonos participes de uno de sus ciclos vitales mas importantes.

El rey del bosque no es mas ni menos que el ciervo o venado (Cervus elaphus). Éste, es un animal herbívoro, grande, robusto y de porte esbelto.  Presenta un pelaje pardo-rojizo en los meses de primavera que torna a gris en los meses de invierno. Las hembras son de menor tamaño y no presentan astas. Los machos exhiben lustrosas cuernas muy ramificadas que pierden y renuevan anualmente. El demogue o pérdida de las astas tiene lugar en los meses de febrero o marzo, momento en el que las nuevas cuernas comienzan a formarse cubiertas de un manto sedoso muy vascularizado. En julio, las cuernas alcanzan su máximo tamaño y el terciopelo muere a consecuencia de la falta de irrigación sanguínea; los cérvidos se frotan con los árboles para ayudar a su caída. Desde este momento los ciervos muestran sus astas con todo su esplendor. Los cuernos adquieren mayor tamaño, longitud y número de puntas a medida que avanza la edad del ejemplar.

De hábitos nocturnos es un animal muy errático y huidizo. Suelen vivir en manadas separados por sexos, de forma que los machos sólo se acercan a las hembras en época de celo. Las manadas de ciervas acompañadas por las crías, son puros matriarcados dominados por una vieja hembra.

Llegada la época otoñal, los reyes del bosque muestran exultantes sus magníficas coronas haciendo alarde de su grandeza, con el objetivo de imponer su fuerza y dominio sobre sus adversarios y cautivar al mejor harem. Con este afán berrean, luchan, escarban, se revuelcan y orinan.  En las luchas, no suelen salir heridos, solo se limitan a golpear sus astas en un esfuerzo continuo de mostrar su poderío. En muchas ocasiones acaban agotados y mueren, ya que durante la época de celo los machos “olvidan” alimentarse y el gasto de energía es enorme. Otras veces mueren debido a que no pueden desenganchar los cuernos. Tras días de frenéticas luchas y berridos, los machos ganadores montan a las hembras de su harem. Tras ocho meses de gestación las hembras darán a luz a un pequeño cervatillo de coloración rojiza y manchas blancas que le ayudarán a mimetizarse con el entorno. Suelen permanecer junto a la madre hasta el siguiente parto.

Sanabria y Carballeda es el lugar idóneo para escuchar la berrea. Ambas comarcas disponen de inmensos robledales y pinares salpicados por verdes praderas, habitat natural del ciervo. Desde el ocaso hasta el alba y bajo el manto de estrellas,  es el mejor momento para escuchar el estremecedor berreo de los cérvidos y el golpear se sus astas. En ocasiones, al sentido del oído se le unirá el de la vista pudiendo disfrutar de espectaculares escenas de lucha entre dos ciervos machos sin más armas que sus cornamentas. ¡Acércate a nuestros bosques! ¡Disfruta del espectáculo de la vida!