Sanabria conserva galápagos, tritones, ositos del musgo y ciervos voladores.
La población más norteña de galápagos leprosos convive en nuestra comarca con tritones ibéricos, ositos del musgo, sapos corredores o ciervos voladores, especies que se han documentado en la "Guía para la observación de la fauna en Sanabria, Carballeda y Los Valles". Editada por la asociación de desarrollo Adisac-La Voz, en ella se mencionan más de 300 especies, de las que se estudian en profundidad 85.
Entre las especies algunas de ellas conservan en la zona una de las mayores poblaciones de España, como el sapo corredor, mientras que otras están en franco declive como la salamandra, el mejillón de río o el ciervo volador, que es el escarabajo volador más grande de Europa. La dificultad para observarlo radica en que este escarabajo, que puede llegar a medir nueve centímetros en el caso del macho, vive habitualmente en árboles y maderas en descomposición y únicamente sale de este hábitat unas pocas semanas para buscar pareja y poner los huevos.
Tampoco es fácil de avistar, aunque en este caso por su tamaño, el osito del musgo, una especie microscópica poco estudiada que apenas mide 1,5 milímetros y que se encuentra en las turberas de alta montaña.
Una de las especies más diezmadas es el mejillón de río, que habita en aguas cristalinas, es capaz de filtrar hasta cincuenta litros de agua al día y cuyas larvas se anclan a las branquias de las truchas para luego soltarse y crecer en los bancos de arena de ríos como el Negro, el Tera o el Bibey.
Algo más abundante es el galápago leproso, una tortuga típica del mediterráneo pero que excepcionalmente también se ha asentado en las lagunas y ríos de Sanabria, la zona más al norte de Castilla y León en la que habita.
Entre las especies mejor conservadas en Sanabria y Carballeda figuran anfibios como el sapo común y el sapo corredor, este último difícil de ver por su pequeño tamaño y porque se refugia debajo de piedras de las que sólo sale a las charcas y los ríos para reproducirse a principios de la primavera. Más amenazada está la salamandra común, que ha visto mermada su población en los últimos años.
Fuente: Diario INFORMACION.es (Alicante)