Los hongos constituyen un reino propio en la naturaleza (Reino Fungi), no son plantas ya que no son capaces de fabricar su propio alimento mediante la fotosíntesis. Además, su tipo de reproducción más habitual es por esporas.
Los hongos presentan un cuerpo vegetativo o micelio oculto en la tierra en la mayor parte de los casos. Éste, dará lugar a un cuerpo fructífero, la seta, con la única misión de generar esporas para su reproducción. La seta consta normalmente de las siguientes partes:
Los hongos pueden ser de varios tipos según sus modos de vida:
Los hongos tienen una enorme importancia ecológica: favorecen la germinación de muchas semillas, son fuente de alimentación para muchos animales vertebrados e invertebrados, forman micorrizas y participan en la formación primaria de los suelos descomponiendo la materia orgánica. Estos son algunos de los beneficios que nos proporcionan, ya iremos descubriendo más.
Para la determinación adecuada de una especie de hongo es necesario un estudio detallado de las sus características microscópicas y macroscópicas. Las primeras son difíciles de identificar en pleno campo. Son las segundas, las macroscópicas y organolépticas, las que nos van a ayudar en la difícil tarea de la identificación de especies. Son características que podremos identificar a simple vista. Con nuestros sentidos de la vista, tacto y olfato, ayudándonos de las claves proporcionadas por una buena guía de campo o por nuestro guía profesional, podremos identificarlas sin problemas. ¡Si dudas, No la consumas¡, pregunta a un profesional.